AVANCE DE LA TECNOLOGÍA LATINOAMERICANA
La globalización de los procesos productivos y la mayor disponibilidad de insumos importados está induciendo a las firmas industriales a avanzar en sus procesos productivos. Ello no sólo conlleva un mayor reto de aprovisionamiento externo a la planta de partes y componentes intermedios, si no también de cadenas productivas y relaciones de subcontratación que previamente funcionaban en la economía.
En el nuevo tema de apertura comercial y de cambiar la regularidad de la actividad productiva muchas de estas vinculaciones hacia el interior del aparato productivo simplemente no resultan convenientes.
Gracias al papel que hoy en día juegan la inversión extranjera directa, el cambio
tecnológico incluido en bienes de capital importados y las decisiones de ingeniería de agentes productivos ajenos al ámbito doméstico, se logra destacar que también está cambiando la estructura y comportamiento del denominado Sistema Innovativo Nacional.
La expansión de las políticas del desarrollo en América Latina fue juntada a surgimiento de una nueva modalidad de dependencia, que el economista brasileño Theotonio Dos Santos (1974) asoció al binomio industria-tecnología:
En el período de la posguerra se ha consolidado un nuevo tipo de dependencia, basado en empresas multinacionales que empezaron a invertir en industrias destinadas al mercado interno de los países subdesarrollados. Esta forma de dependencia es básicamente una dependencia industrial-tecnológica (cf. Dos Santos, 1974).
En el período de la posguerra se ha consolidado un nuevo tipo de dependencia, basado en empresas multinacionales que empezaron a invertir en industrias destinadas al mercado interno de los países subdesarrollados. Esta forma de dependencia es básicamente una dependencia industrial-tecnológica (cf. Dos Santos, 1974).
Del mismo modo la ideología desarrollista unía la palabra modernismo con industrialización por sustitución de importaciones se observaba una desvinculación de las actividades de ciencia y tecnología con los problemas sociales y productivos de la región.
Esta falta de coherencia estuvo relacionada al proceso de mimetización que recorrieron los países periféricos respecto al desarrollo CyT de los países centrales. A diferencia de estos, nuestros países no lograron vincular la producción de conocimientos con su realidad económica y social. Se aplicaron modelos teóricos universales que guiaron la formulación de políticas para el sector y estándares internacionales para la medición de la producción científica que hicieron de la publicación en revistas de alto impacto el principal criterio de evaluación de la producción científica.
En términos de orientación temática, esto fue la adopción histórica de las agendas de investigación del primer mundo. Esta conducta similar los llevo a la instalación de una ideología de reproducción dependiente, donde los avances en el sector de CyT constituyeron parte basica de la promesa del desarrollo. Es en este plano donde una de las falacias sobre América Latina más ampliamente extendidas, según la cual los países latinoamericanos son dosiles, donde conviven una sociedad arcaica, tradicional, agraria, estancada y lenta en aprendizaje junto con algunos aspectos de una sociedad moderna, en proceso de industrialización y urbanización.
El desarrollo también implica tomar como propios las problemáticas de la coyuntura como son los efectos sociales, ambientales y sanitarios derivados del sostenimiento de actividades extractivas insustentables, como la minería a cielo abierto y la profundización de un modelo agrícola basado en el cultivo de variedades transgénicas y el uso intensivo de agroquímicos, donde el reemplazo continuo por versiones mejoradas arrojan pruebas tangibles de la volatilidad de las promesas “tecnocientíficas” que lo sustentan.
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